Cuatro pisco sours en La Calesa, trepadores y dulcemente cartárquicos nos sirvieron para hacer el brindis de honor. No era para menos, la maestra Jimena del grupo nos enguagó la nueva a grito pelado: me piden y me caso (yo diría: lo doy y no me caso), pero bueno su ilusión de toda la vida estaba tomando forma de una realidad, cada vez más cercana.
Un colombiano se robará a nuestra amiga, el primer rapto (y no digo secuestro, porque mis amigos de Criminalística dicen que la primera palabra denota una sustracción con fines sexuales, y lo segundo te manda solo a mirar el techo) será este agosto o setiembre (de lo q recuerdo q hablamos, repito... el pisco sour estaba dulcemente trepador) y como Dios y esta sociedad mandan el llanero solitario vendrá a pedir la mano a la familia (tranquilas, no se arrasará con todas), sino que seguirá el ritual impuesto nadie sabe por quién para anticipar que la Nena pasará pronto, prontito (rápido, le dijimos, antes de que se desanime) a la fila de las casadas.
Entonces me remito a todos los matrimonios que este año me han perseguido. No, no me han propuesto nada (ya quisiera!!, sorry, a veces se me sale Candy); pero sí que muchas amigas se amarraron y otras tantas siguen esa línea que las sacará de las noches de discoteca y flirteo, cafés a media tarde y jornadas maratónicas de compras y compras solo "porque estoy deprimida y así lleno mis vacíos" (y tu tarjeta de deudas, de paso).
En fin, en los cuatro últimos meses me han llegado cuatro partes hasta de gente que no conozco (o sea, por lo menos una pareja de mi entorno se matrisuicida al mes). Y yo, que hasta hace poco era una descreída de estas ceremonias, pasé a formar parte de una de ellas.
Cómo no aceptar la petición de mi queridísima Chatín, el día que en el Bohemia me preguntó qué fecha me acomodaría mejor para su matrimonio... y yo... perdón, acaso me casaré yo?. No, serás la testigo, ordenó mi querida Annie.
¿Por qué, yo?, lancé para mis adentros la eterna cuestión. Este pechito no creía en el amor para siempre, en los juramentos y promesas, en el envejecer hasta contarnos las canas y todo eso que, se supone, dicta este tipo de uniones.
Pero claro, era mi Annie y yo, como su Candy, debía asumir nomás, es decir, avalar esa unión que vi nacer, alcahuetée, seguí, consolé y celebré. O sea, tenía que ser yo y todavía en dos al hilo (mal pensados, me refiero al religioso y civil), como si con uno solo no bastara.
Dos meses después, ya estábamos en la iglesia. No sabía si chapar la cola de la novia apenas bajara del auto e improvisar de dama, esperarla adelante en banca VIP o hacerlo al fondo hasta que llamaran a los testigos para también a paso lento avanzar al altar.
Opté por quedarme adelante y como si la responsabilidad de certificar la unión (vengo de hacer trámites de certificación de documentos en un consulado y no puedo evitar el término) fuese poco me cayó un papelillo manuscrito que hasta hoy guardo. Era una petición para leer durante la ceremonia deseando al matrimonio vida eterna.
Con el glamour que me caracteriza... jaja, sí tú, subí a dar lectura a la petición (gracias, señor del audio por no subir el volumen. Salvo los de la primera banca nadie se dio cuenta que estaba recitando la primera petición!!! Felizmente los novios sí).
Arriba, o adelante mejor dicho, mientras leía algo así como "que Dios los proteja y los haga permanecer juntos a pesar de los vaivenes de la vida" pude verle la carita emocionada a mi Chatín y sospeché -como nunca- que el amor para siempre sí existe (aunque yo conozca uno nuevo cada mes) .
Lo vi en sus ojos cuando de reojo miraba a su hoy y "hasta que la muerte nos separe" esposo; lo vi cuando cantó de memoria los votos mientras intercambiaban aros como prólogo a una historia común de siete años. Lo veo ahora, cuando apresuradas nos tomamos un café y "me voy porque tengo que atender a mi esposito". Eso debe ser el amor, pienso, y si es así, acepto.
lunes, 7 de mayo de 2007
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2 comentarios:
Esta lindoooo jajajajaja menos mal que obviaste el karaoke y el bailongo sino estaria frita jajaja y ojala sea pronto todo y puedas escribir lo que viste en mi matrisuicidio jajaja besitos!!!
y del mío no vas a poder rajar pq no estuviste! pero igual te queremos!!! Sé que un cruce astrofísico de fechas, te lo impidió. Y también he reflexionado al respecto en mi humildísimo blog (viva el cherry!)
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