miércoles, 7 de mayo de 2008

El manual del (des)amor

Nunca los conoceremos del todo. No sabremos si son los que dicen ser, si harán lo que prometen, pero cómo nos encanta que estén allí, diciéndonos lo que queremos oír y escribiéndonos lo que queremos leer.


Podríamos hablar de los hombres comunes y mortales que deambulan indiferentes por la ciudad, y también desde luego los que podemos encontrar en el ciberespacio. En uno y otro ámbito, el manual es el mismo... jaja. Manual?? Pues sí, sospecho y elevo al nivel de teoría que existe en la cofradía del calzoncillo un librillo que sus insignes representantes guardan debajo de la almohada, se lo prestan y leen cada noche para saber qué capítulo aplicarán y con quién.



Lo más común que se desprende del mencionado texto son las siguientes frases, aplicables a millones de circunstancias:

- "estoy casado, pero todo va mal con mi mujer. mi vida es un martirio y de no ser por los niños, ya me hubiera ido de casa. créeme que dormimos en camas separadas y que desde mi último hijo no la he vuelto a tocar".

- "te quiero mucho, pero de ti depende tener o no sexo conmigo. será algo mágico ser tu primer hombre, pero esto no nos compromete a nada. más bien fíjate de no manchar las sábanas"

- "ella se me tiró encima, soy un ser humano.. tuve que agarrármela nomás. solo fue sexo, a la única que quiero es a ti, mi reina. no te me pongas brava... ¿dónde vendían esa cartera preciosa de la que me hablaste el otro día?

- "vamos solo por un café, no quiero forzarte a nada. tal vez, si quieres podemos pensar en unos tragos, aunque por si acaso cargo conmigo mis troyans...."

- ¿que me llamaste todo el fin de semana? qué raro!!... demandaré a la compañía de teléfonos por el mal servicio. Las líneas estuvieron averiadas, sin duda. Te juro que estuve pegado a mi teléfono y no entró ninguna llamada tuya (claro, si apenas aparecia el número en pantalla marcan el tono ocupado!!). (Dicho sea de paso esto se parece a la realidad, por lo de la ineficacia de las telecomunicaciones).


- Convención de trabajo? Sí, mi amor y tenemos como vecinas a las madres del Convento del Santo Rosario, que encima son de clausura. Por tanto, no habrá nadie del sexo opuesto y las que pasarán son unas bigotonas que no te paran ni un pelo. No te preocupes, será solo en un fin de semana, en un sitio horriblísimo, donde nadie quisiera ir. No entra ni un zancudo. Estaremos trabajando, eso sí, totalmente incomunicados para no perturbarnos.

Todo y mucho más debe estar escrito en el Manual, ese libro sobre el que el sexo opuesto bosteza mientras se regocija en sus páginas y ya casi como un ritual es consultado para ver con qué van a sorprender a sus cándidas víctimas. Lo que no saben es que nosotras ya vamos por la décimo tercera edición corregida y aumentada de nuestra propia enciclopedia... agárrense jugadores.